La ciudad de Bordeaux no nos llamó mucho la atención, la catedral es bastante bonita, pero nada espectacular. El resto, más bien es una ciudad bastante normal, de la que pensamos habian más cosas que ver, dada la fama de la zona.
Una de las cosas buenas que tienen en Francia es que todo está super bien indicado en terminos de señales carreteras. Sabiendo donde ir, con un mapa para asegurarse, las indicaciones son relativamente fáciles de seguir.
Otro destino imperdible es el camino hacia la zona de Margaux, donde están casi todas las viñas más importantes de la zona, y que vale muchísimo la pena visitar. Las viñas que han ganado premios y distinciones son las "Grand Cru", pero esas son casi imposibles de visitar sin estar trabajando en el mundo del vino. Despues vienen por asi decirlo las viñas de segunda y tercera division en cuanto a premios ... pero estamos hablando de vinos realmente buenos!
Para conseguir entrar a las viñas, hay que pedir "audiencia" con harta anticipación.
Para muestra, nosotros visitamos la viña Chateau Palmer, la cual esta en la tercera parte del ranking de vinos de Bordeaux, y los vinos que probamos eran exquisitos, y los vendian ahi directamente a un precio de 100 euros cada botella ... en un restaurant el precio seguro es del unos 300 - 400 euros.