En estas últimas dos semanas nos ha tocado ser espectadores de la "última moda" en Chile, especialmente en Santiago: las amenzas de bombas. Los cuales se han hecho mucho más creíbles luego de la explosión de una en un Banco Bci en Providencia y hace un par de días en un BancoEstado en Pudahuel.Por suerte, la gran mayoría de las amenzas han resultado ser totalmente falsas, y las explosiones que han habido sólo han producido daños materiales y nadie ha salido herido y tampoco las personas han alterado su ritmo de vida por estas amenazas. Como dato una de ellas fue contra el Parque Arauco, una misma mañana que nosotros estabamos allá, pero nunca supimos nada hasta más tarde al ver las noticias.
Si bien en Chile existen un grupo muy reducido de estúpidos que creen que amenzando al resto pueden instalar sus demandas, como por ejemplo la Coordinadora Arauco Malleco de los mapuches violentos, o pequeños grupos de lumpen que hacen de las suyas en barrios marginales en ciertos días de "celebración". Al contrario, la inmensa mayoría del país está por apoyar o criticar, pero siempre dentro de los canones normales de la democracia y sus instituciones.
Lo curioso de todas estas llamadas de amenazas de bombas, es que nadie (ni siquiera los "grupos estúpidos") se han adjudicado su autoría, y pareciera que estamos frente a la nueva "moda" de ver quien se divierte más llamando para ver en acción al GOPE y los carabineros. Esta impresión ha sido ratificada por el único detenido a la fecha, un "supuesto profesional" que llamó para aletar de una bomba en su lugar de trabajo, pues "no quería ir a trabajar ese día" !!
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