Al día siguiente, el 25 de diciembre, Londres era virtualmente una especie de pueblo fantasma, ya que todo, absolutamente todo está cerrado, incluyendo el metro y los buses ... casi no hay taxis tampoco. Salimos a caminar, y la verdad es que aparte del frio, no había nada más, asi es que rápidamente nos volvimos. Sólo encontramos de casualidad una cafetería de unos árabes donde pudimos evitar un poco el frio por un rato, antes de volver a casa.
El contraste se produce al otro día, el 26 de diciembre, el cual acá es feriado, y es llamado "Boxing Day", y es el día en que parten las liquidaciones de las tiendas ... la calle principal del comercio, Oxford Street se repleta de gente, y todas las tiendas anuncian sus grandes descuentos, y todo está lleno de gente buscando comprar todo lo que sobró de Navidad a precios más convenientes.La verdad es que en algunas tiendas los descuentos no son tan interesantes, y en otras hay tanta gente que no se puede elegir mucho y no es fácil comprar.
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