Estaba leyendo una entrevista al Senador Fernando Flores, la cual expone cuales son, según él, los reales desafios para encaminar nuestros pasos hacia un el desarrollo económico y la mejora en la distribución de la riqueza.
Al leerlo, me acordaba de haber leído hace un par de días un documento publicado por la DC que habla del mismo fondo, pero con unas recetas que son bastante diferentes ... y se me ocurrió hacer un pequeño experimento en la red.
Busqué en Google, "Adolfo Zaldivar y correción del modelo", y luego "Fernando Flores y correción del modelo". Los resultados son 61 links para Zaldivar, y sólo 4 para Flores ... y eso que Flores supuestamente es de un partido más a la izquierda que Zaldivar !!!
Que pena que nuestra clase política en general (derecha, centro e izquierda) es tan poco culta en temas que vayan un poco más allá de la política y de como ganar votos. Lamentablemente personas con la visión y capacidad de Flores son pocas dentro de nuestros "representantes populares" ... es más fácil tener a unos Girardis, Zaldivares, Avilas, Lavines y demases preocupados de las apariciones medíaticas y de marketing, que a personas que si son capaces de analizar los grandes temas de futuro, dejando de lado la política partidista.
Faltando sólo unos días para la elección presidencial, ¿no creen que habría sido mucho mejor para el país una campaña entre Fernando Flores por la Concertación y Sebastián Piñera por la Alianza por Chile? .... al menos habríamos tenido debates de mejor nivel.
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1 comentario:
Creo que ser de carácter más fuerte, con discursos más enérgicos y hasta a veces más petulantes, no te hacen mejor político.
Concuerdo completamente contigo en cuanto a que se pierde tiempo en temas como las campañas y las actitudes de los contrincantes en vez de profundizar en controversias de mayor fondo. Política y políticos burócratas y poco efectivos.
Pero la necesidad de sentirse representados, y por lo tanto de un presidente, de carácter poderoso, me parece que es causa de la búsqueda de protección y de seguridad en las personas. Porque hablar más fuerte y con más garra no te hace dueño de un fondo más profundo ni tampoco de un alma más capaz.
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